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revelaciones de un cuervo

Reflexiones, locuras y fantasías de un escritor. Pensamiento, memoria y quizás también algo de sabiduría.

MUNDOS Y AMBIENTACIONES ÉPICAS: EL ARTE DE CONSTRUIR UNIVERSOS INOLVIDABLES

  • Foto del escritor: Rubén H. Ernand
    Rubén H. Ernand
  • 8 jun
  • 9 Min. de lectura

Actualizado: hace 5 días

Mundos de fantasía épica con castillos, mapas y paisajes legendarios
¿Por qué no puede parecerse la vista desde mi ventana a esto? 😭

“Craaa, craaa, pero el mejor vuelo que jamás tuve fue sobre Beleriand, al final de la Primera Edad. Mis plumas se erizaban, no por el frío del norte, sino por el aliento de Thangorodrim. Tres picos humeantes, como fauces del infierno, vomitando una marea de orcos más numerosa que todas las hormigas de tu jardín. Se arrastraban por Ard-galen, la llanura antes verde, ahora un erial de ceniza y polvo bajo una noche perpetua tejida por el Señor Oscuro. Y entonces, humano, llegó la Cólera. No una simple tormenta, ¡no! Desde el Oeste, una luz que cegaba hasta mis avezados ojos: las huestes de Valinor. ¡Qué espectáculo! Los Balrogs, con sus látigos de fuego, ejecutando una macabra sinfonía de destrucción contra guerreros envueltos en luz. Y mientras tanto, mis hermanos y yo volábamos en círculos esperando que la furia de la batalla se desatase en otra parte para descender a los campos cubiertos de cadáveres para darnos un festín con…”


Vaaale, es suficiente, Cuervo. Todos nos imaginamos lo bien que te lo pasaste contemplando una de las mayores batallas que jamás ha dado la fantasía épica. Y, sin duda, surcando los cielos sobre uno de sus mundos más fascinantes. No hace falta hablar de tu merienda ni fardar de tus viajes, suertudo.


Efectivamente, el Cuervo ha sobrevolado lugares que tú y yo solo podríamos soñar. Torres que tocan el cielo, islas flotantes, bosques que susurran nombres olvidados, montañas donde los dioses duermen desde hace milenios… Pero si hay algo que nunca deja de fascinarle, y a mí e intuyo que a ti tampoco, es el arte de dar vida a mundos de fantasía épica.


Los mundos de fantasía épica tienen esa capacidad única de quedarse grabados en la memoria. Trascienden lo de ser simples escenarios y se convierten en historias en sí mismos, vivas, vastas y llenas de sentido. A lo largo de la historia del género, estos universos fantásticos memorables han sido una de las grandes señas de identidad de la fantasía épica, tan importantes como la historia que se contaba o los personajes que aparecían en ellas.


La fantasía épica no existiría sin esos escenarios que transmiten al lector que han estado allí milenios antes de que comience la primera página, viendo el transcurrir del tiempo, y que seguirán allí miles de años más (salvo algún cataclismo, que todo puede ser). Son escenarios literarios que desbordan fantasía, pero se sienten tan reales como cualquier ciudad o sendero que hayamos pisado. Algunos lectores recuerdan los caminos de la Comarca o los riscos de Gont con más nitidez que su barrio de infancia. Y eso, precisamente, es el inmenso poder que puede llegar a tener el worldbuilding.


¿Qué define a un mundo de fantasía épica?

Un mundo de fantasía épica es un escenario literario complejo, simbólico y expansivo que forma parte activa de la historia, aportando escala, profundidad y sentido. Desde sus geografías fantásticas que desafían algunas, o todas, las leyes científicas de nuestro mundo, hasta sus mitologías, desde sus estructuras políticas hasta sus ecosistemas mágicos, cada elemento sirve para darle alma, atmósfera y forma a una historia.


Un buen mundo no se limita a acompañar la trama, también la transforma. En un mundo épico, el viaje es tan importante como el destino o incluso más. Porque es el viaje el que te hace ver las cosas de una nueva manera que antes ni siquiera te planteabas.


Además, lo épico nace también de la escala. Un mundo que cambia a medida que lo recorremos, que crece con sus personajes y nos obliga a imaginar lo imposible. A diferencia de la fantasía urbana o del grimdark, que se centran en escenarios más oscuros, íntimos o corruptos, la fantasía épica abraza lo mítico, lo grandioso, lo eterno.


Elementos clave del worldbuilding en la fantasía épica

Explorar estos escenarios épicos de fantasía implica mirar más allá de la trama y entender la arquitectura del mundo que la sostiene.

Mapa de un mundo de fantasía épica con ecosistemas diversos
A mí ponme un buen mapa en la novela y soy más feliz que un crío.

Geografía fantástica y ecosistemas memorables

Montañas que separan imperios. Ríos que dividen la civilización de lo salvaje. Archipiélagos donde solo se llega en sueños… En la fantasía épica, la geografía puede y debe ser pura fantasía que participa de la narrativa de la propia obra. Define culturas, conflictos y un camino para algún chaval imberbe que oculta en su interior un futuro héroe.


Un buen mapa de fantasía puede anticipar tensiones políticas, movimientos militares, rutas comerciales o barreras mágicas. Por eso, el mapa se convierte en una promesa de aventura y son tan habituales en este tipo de literatura. La imaginación todo lo puede, pero nada sustituye al placer de consultar un buen mapa para ver la ruta que siguen los personajes o estudiarlo la primera vez que abres el libro para preguntarte: “¿debería ir estas vacaciones a la Montaña Maldita o al Bosque Sombrío?”


Culturas en la fantasía épica, lenguas y religiones

La diversidad cultural enriquece el relato. Pueblos con creencias distintas, idiomas propios, rituales extraños… Todo suma verosimilitud y profundidad. Una lengua inventada o una fiesta ancestral pueden ser tan memorables como un duelo mágico. Aquí, la clave está en la dosis en que se le presentan al lector: escasa y el mundo, y con él la historia, se volverán perfectamente olvidables, demasiada y el temido infodump (exceso de información a menudo irrelevante) acabará por agobiarlo.


Sanderson crea juramentos sagrados con poder real. Le Guin funda todo su sistema mágico en el nombre verdadero de las cosas. Tolkien inventó idiomas completos antes de escribir sus novelas. Cada cultura deja huella en cómo los personajes ven el mundo… y cómo actúan en él.

Culturas y religiones en un mundo de fantasía épica
Eh, mago, ¿crees que esa luz que se ve al fondo es la Línea 2 del metro o la ansiada salida? 🤔

Historia, mitología y linajes

¿Quién fundó el reino? ¿Por qué ese señor tan antipático se convirtió en emperador? ¿Qué guerras se libraron en la última era? ¿Qué dioses habitan el mundo o lo abandonaron? La historia dentro del mundo es la que le da peso y sentido a lo que ocurre en el presente narrativo. Como autor puedo confirmar que es necesario confeccionar una detallada cronología de tu mundo… aunque no uses más que un exiguo porcentaje de esta en tu texto. El resto no es inútil, está ahí para apoyarte en tu tarea de darle vida y coherencia a tu mundo.


En la fantasía épica, el pasado es omnipresente. No es que cualquier tiempo pasado fuese mejor, pero habitualmente en este género sí fue (aún) más épico. Leyendas antiguas, profecías olvidadas, males dormidos o reliquias que nadie recuerda cómo activar son recursos habituales. Y muchas veces, la épica radica en cómo los héroes reinterpretan ese legado y lo usan para enfrentarse a una nueva amenaza.


Sistemas mágicos integrados

La magia no debe ser arbitraria. Tiene reglas, límites y consecuencias. En un mundo bien construido, la magia afecta a la economía, a la religión, a la arquitectura, incluso a las relaciones sociales. Si los magos, o su equivalente, están en el mundo, deben estarlo con todas las consecuencias y no como un ente totalmente aislado sin repercusiones en el exterior.


¿Puede cualquiera usarla? ¿Consume energía vital? ¿Se enseña en academias? ¿Depende de la luna o de los dioses? ¿Está bien vista por los habitantes de esas tierras? ¿Cuál es el objetivo de los que pueden usarla? Responder a estas preguntas convierte a la magia en parte viva del mundo, no en un simple recurso de guion.


Coherencia interna y lógica del universo

Un pueblo de marinos no usará armas y armaduras pesadas. Una cultura nómada no adorará dioses del hogar. La coherencia es lo que permite al lector “creer” en la creación de mundos fantásticos, aunque sepa que no es real. Es lo que se llama la suspensión de la incredulidad: aceptar que un dragón puede escupir fuego, pero dudar cuando el protagonista se salva de su llamarada cubriéndose tras un escudo ordinario si no se nos ha explicitado antes que poseía magia protectora.


Incluso lo imposible debe tener una lógica interna. Una lógica que se consigue presentando lo que lo caracteriza en sus justas dosis, estableciendo causas y consecuencias para no pillar al lector a contrapié. En esto, la fantasía épica no difiere del grimdark o la fantasía oscura: todos los mundos necesitan reglas propias que no se contradigan.


El worldbuilding como herramienta narrativa

Más allá de la construcción técnica, el worldbuilding en la fantasía funciona como una herramienta emocional. Refleja las preguntas del autor, las heridas de los personajes y el sentido profundo de la historia. No es solo dónde pasa algo, sino por qué ese “dónde” importa. Esto se consigue uniendo emocionalmente aspectos del mundo con la trama o los personajes, con sus historias y evoluciones. Un buen ejemplo es Frodo y la Comarca, unidos por esa vida algo hedonista y propia de la campiña inglesa, y separados luego por las experiencias sufridas durante su periplo como Portador del Anillo. Otro podría ser Hayholt, el castillo en el que vive el protagonista de Añoranzas y Pesares, unido por lazos misteriosos con el villano de la obra y con un importante acontecimiento acaecido siglos antes.


Mundos emblemáticos de la literatura fantástica

A continuación, repasaré brevemente algunas de las ambientaciones legendarias más influyentes del género.

Resumen de los mundos más icónicos de la fantasía épica
¿Por qué conformarse con uno cuando puedes tenerlos todos?

La Tierra Media – J.R.R. Tolkien

La piedra angular del género. Un mundo con lenguas, razas, canciones y una historia milenaria. Cada región tiene su carácter, su conflicto, su leyenda y su pasado. Posee un mapa de fantasía que casi puedes recorrer con los ojos cerrados.


Roshar – Brandon Sanderson

Un planeta castigado por tormentas mágicas que condicionan toda forma de vida. La arquitectura, la evolución animal y las costumbres sociales nacen del clima. Una lección de coherencia y creatividad.


El mundo de la Rueda del Tiempo – Robert Jordan

Un mundo vasto, lleno de culturas, creencias, tensiones políticas y estructuras mágicas complejas. Su profundidad es tal que cada nación podría tener su propia saga.


Terramar – Ursula K. Le Guin

Un archipiélago gobernado por la magia de los nombres verdaderos. Sencillo en apariencia, pero cargado de simbolismo y equilibrio. Cada isla tiene su propia alma, cada mar un reflejo de lo que nos hace humanos.

(En el próximo artículo sobre autores de fantasía épica desarrollaré más a fondo sus obras).


¿Cómo influye el mundo en el tono de la historia?

Un escenario literario épico bien pensado condiciona cada decisión de los personajes. Si el invierno se acerca, cambia la política. Si hay tormentas letales, se modifica la estrategia. Si la magia consume energía vital, se redefine el heroísmo. Si se acerca el Trastorno, se abrazan partes de uno mismo que pueden conducirnos a la locura.


El mundo es un personaje más: uno que respira, cambia y, a veces, también influye de forma determinante en las decisiones de los personajes. Así lo vimos también en los mundos del grimdark, donde el entorno suele aplastar la voluntad del héroe.


En la fantasía épica, en cambio, el mundo puede ofrecer un reflejo de todo lo que acarrea el protagonista en su interior… o proporcionarle el reto que lo transforma.


Ambientaciones épicas vs escenarios oscuros: una comparación necesaria

Mientras la fantasía oscura ofrece entornos opresivos, decadentes o nihilistas, las ambientaciones de fantasía épica tienden a la esperanza, la transformación y el mito. Ambas exploran lo humano, pero desde ángulos opuestos: uno desde la caída, otro desde el ascenso. Son dos subgéneros aparentemente opuestos, o que al menos discurren en paralelo, pero yo veo innumerables sinergias entre ellos. Es por eso que me considero un autor de fantasía épico-oscura, con el objetivo de tomar y mezclar lo mejor de ambos subgéneros: la grandiosidad y la complejidad de la épica, el intimismo y el tono más poético de la oscura.


¿Qué necesita un escritor para crear un buen mundo?

  • Curiosidad por las culturas, mitologías y sistemas.

  • Capacidad de observación del mundo real.

  • Atención al detalle.

  • Ingentes cantidades de café y docenas de documentos desarrollando el worldbuilding.

  • Y, sobre todo, coherencia narrativa.


Crear un buen mundo de fantasía épica es un acto de equilibrio: entre lo fantástico y lo creíble, entre lo simbólico y lo funcional.


Conclusión: cuando el mundo también cuenta historias

Construir un mundo épico es mucho más que limitarse a diseñar mapas o inventar palabras raras o nombres rimbombantes. Es crear un reflejo simbólico de nuestras luchas, sueños y preguntas. Es dar forma a lo invisible para contar historias que apelen a nuestras emociones.

Crear mundos ficticios que se sienten reales es uno de los mayores logros de la fantasía épica. Mi cuervo dice que los mejores mundos de fantasía épica son aquellos a los que queremos volver… aunque nunca hayan existido. Y creo que en esto sin duda tiene razón.


Preguntas frecuentes sobre mundos y ambientaciones en la fantasía épica

¿Qué debe tener un buen mundo de fantasía?

Geografía memorable, culturas ricas, historia propia, sistema mágico coherente y, por encima de todo, una lógica interna a prueba de arietes.

¿Qué diferencia hay entre ambientación épica y oscura?

La épica tiende a presentar mundos ricos en mitos y suele hacer un canto a la esperanza; en la oscura, el mundo suele estar sumido en la introspección, la penumbra y el fatalismo.

¿Qué autores destacan por su worldbuilding?

Tolkien, Sanderson, Jordan, Le Guin, Martin… Los sospechosos habituales.

¿Es necesario un mapa en la fantasía épica?

No es obligatorio, pero sí es altamente recomendable: ayuda a visualizar y comprender mejor el universo narrativo. Es un poco como la epidural antes de un parto: puedes hacerlo sin ella, pero la experiencia cambia de forma radical.

¿Qué influye más: los personajes o el mundo?

Ambos se retroalimentan. El personaje da emoción y vínculo; el mundo, contexto y profundidad.


📚 Sigue tu viaje por la fantasía:


✨ Fantasía épica

🌑 Grimdark :

2 Comments


Sergio Durango
Sergio Durango
hace 5 días

"el viaje es tan importante como el destino". ¡Genial entrada al blog! Para mí los mapas son tan necesarios como la espada para el héroe. Me encanta recorrerlos a la par que leo el libro y creo que aportan muchísimo a la obra. Y respecto al worlbuilding... sí, el trasfondo social, cultural y económico que le da la magia a una historia de fantasía épica es vital. Los libros que están bien cimentados -como ciertos que trastornan- se nota todo ese trabajo que hay detrás y, la verdad, es un gusto leerlos


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Rubén H. Ernand
Rubén H. Ernand
hace 5 días
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Yo solo le veo ventajas a los mapas en este tipo de novelas: creo que el lector lo agradece, son vistosos y un añadido interesante para mejorar la calidad del libro. Pero es que además, como autor, vale mucho la pena tener tu mundo (o la región en la que transcurre la historia) dibujado y bien definido para ir sobre seguro al trabajar con tiempos, distancias, lugares etc... Vaya, que es un win win.

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© 2020 - El Trastorno de Elaranne por Rubén H. Ernand- © Creación web Rebeca Egea
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