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revelaciones de un cuervo

Reflexiones, locuras y fantasías de un escritor. Pensamiento, memoria y quizás también algo de sabiduría.

AUTORES Y LIBROS DE FANTASÍA ÉPICA QUE ME CAMBIARON LA VIDA

  • Foto del escritor: Rubén H. Ernand
    Rubén H. Ernand
  • hace 11 horas
  • 8 Min. de lectura
Escritor de fantasía épica escribiendo a la luz de una lámpara, rodeado de libros, pergaminos y objetos antiguos
Antes de que existan los héroes, los dragones o las batallas… siempre hay una página en blanco y alguien lo bastante loco, o desesperado, para estar dispuesto a llenarla.

“… y entonces Link alzó la Espada Maestra y el bosque de Hyrule se iluminó con un fogonazo de luz. Ganondorf, sentado en su sombrío trono, sufrió un escalofrío porque ahora sabía que…”. “Un momento, Cuervo, que este es un blog serio de literatura fantástica, y eso que cuentas creo que entra en el ámbito de los videojuegos.” “Craaa. Estrecho de mente. La fantasía es la fantasía, y no me negarás que no hay nada más épico que el momento en el que un joven héroe alza la espada que estaba destinado a empuñar. Mira, hasta se me erizan las plumas.”


Cómo negarlo. En muchos libros hay momentos épicos, dramáticos, cargados de significado que se quedan grabados en nuestra memoria. Se pueden decir que nos cambian, en el sentido de que despiertan algo en nosotros y nos hacen reflexionar. No hace falta tener el ojo de un cuervo para verlo.


Cuando alguien me pregunta por qué leo fantasía épica, si tengo un poco de confianza con la persona en cuestión, siempre respondo lo mismo: porque me salvó. No exagero. Hay libros de fantasía épica que llegaron cuando más lo necesitaba, personajes que estuvieron ahí cuando no parecía haber nadie más, mundos que me recordaron que en algún lugar aún quedaba esa magia más propia de la infancia, incluso cuando el mundo real parecía más hostil que un batallón de orcos hambriento.


Este artículo no trata de ser una lista objetiva de los mejores autores de fantasía épica, de los que más venden o los que están más de moda. Es una especie de confesión personal. Quiero contarte qué autores me marcaron, qué sagas épicas me hicieron amar el género, y por qué creo que sus libros siguen siendo imprescindibles hoy. Aquí encontrarás tanto clásicos como otras obras, quizá menores o no tan conocidas, pero llenas de epicidad que se han quedado conmigo para siempre.


¿Qué hace grande a un autor de fantasía épica?

Para mí, hay tres elementos clave:

  1. Capacidad para construir un mundo coherente y fascinante. Ya lo comenté en el artículo sobre Mundos y ambientaciones épicas, pero me parece fundamental esa sensación de que el mundo está vivo, que no es un mero decorado, y que trasciende a la propia historia. Además, debe transmitir esa sensación de grandiosidad propia del género: para ver algo pequeño y desalentador ya tengo el saldo de mi cuenta corriente.


  2. Personajes memorables que permanecen contigo mucho después de terminar el libro. En este artículo, puedes saber más sobre ellos y qué los caracteriza. Al margen de lo originales o arquetípicos que sean, y tal y como ocurre con el escenario, deberían trascender a la propia historia (que parezca que siempre han tenido una vida) y participar de esa épica que impregna la novela. Además, y quizá esto sea lo más importante, hay que conjugar esa épica con un tratamiento introspectivo, muy bajado a tierra, que nos haga empatizar con ellos y entenderlos.


  3. Una voz narrativa que no se esconde, que se atreve a hablar de lo grande sin ningún miedo. En los últimos años la épica ha perdido algo de apoyo por una, en mi opinión, poco atinada idea de que lo grande, lo majestuoso, lo mágico y lo heroico equivale a ser poco realista. Yo lo veo como un error que coarta la creatividad de algunos autores y les hace mantenerse dentro de unos estrechos márgenes para no parecer “demasiado fantasiosos”, como si eso tuviese algo de malo (¡por supuesto, siempre que se respete la coherencia interna!)


Al margen de estos tres puntos, y aunque el estilo de cada uno varía, todos los escritores de fantasía que voy a nombrar a continuación comparten un punto en común: me hicieron sentir que estaba leyendo, que estaba viviendo, algo importante y único.


Mis referentes personales en el género

J.R.R. Tolkien – El origen del mito moderno

Retrato clásico de J.R.R. Tolkien, autor de El Señor de los Anillos y creador de la Tierra Media
El padre del mito moderno. Tolkien no se limitaba a escribir épica, también la transmitía.

No puedo empezar por otro. Leí los tres tomos de El Señor de los Anillos con 14 años (en seis tardes, si no recuerdo mal) y supe que no había vuelta atrás. Tolkien creó mucho más que una historia; creó un lenguaje, una mitología, un mundo, una forma de escribir con devoción casi sagrada.

¿Es denso? Sí. ¿Es lento a veces? Desde luego. No en vano han pasado más de 70 años, pero su visión de la lucha entre el bien y el mal, su sentido de la esperanza y la pérdida, su visión de lo que es la maravilla, son inigualables. Y no me canso de volver.


Brandon Sanderson – La arquitectura de la magia

Imagen de Brandon Sanderson, autor contemporáneo experto en sistemas mágicos y worldbuilding
Sanderson en uno de sus raros momentos de descanso. Aún no tenemos pruebas de que duerma alguna vez.

Sanderson me cambió el chip. Con Nacidos de la Bruma descubrí que la fantasía épica podía ser vertiginosa, dinámica y absolutamente adictiva. Tiene una mente brillante para los sistemas mágicos, es tremendamente efectivo desarrollando su worldbuilding y hace gala de una estructura narrativa impecable.


Lo que más admiro de él es cómo planifica sus sagas: cada pista, cada giro, cada personaje tiene un propósito. Si te gustan los mundos bien tejidos, este hombre es tu arquitecto. Y aun así, detrás de su precisión, hay una chispa de emoción que me recuerda por qué amo este género: porque puede ser cerebral y visceral al mismo tiempo.


Robert Jordan – El legado de la épica clásica


Fotografía de Robert Jordan, autor de La Rueda del Tiempo y referente de la fantasía épica clásica
Jordan tenía tanta personalidad como sus libros.

La Rueda del Tiempo fue un reto. No porque sea difícil, sino porque exige compromiso. Catorce libros, docenas de personajes, un universo en expansión… y aun así, cuando terminé el últi

mo, la sensación de alivio, de catarsis, fue brutal.


Creo que Robert Jordan me enseñó que la épica no tiene por qué apresurarse. En cierto modo es que como ese puchero de la abuela que comías cuando ibas al pueblo de niño: puede ser pausada, detallada y detallista, profundamente humana y te sienta genial. No se puede leer esta obra con prisas o con la dopamina a tope, pero te aseguro que tiene momentos que te cortarán la respiración. El legado de Jordan (fallecido antes de acabar su saga), continuado por Sanderson, sigue siendo monumental.


Patrick Rothfuss – La música de la palabra

magen de Patrick Rothfuss, autor de El nombre del viento, conocido por su estilo poético y melancólico
¡Vamos, Patrick! Yo sé que tu puedes resurgir de tus cenizas y darnos un buen cierre para tu saga.

No importa cuánto se retrase Las puertas de piedra. El nombre del viento me marcó como pocos libros de fantasía lo han hecho. Rothfuss escribe como si cada palabra importara. Como si el silencio entre frases también contara. Puede que el suyo sea uno de los pocos casos en que los títulos de sus libros no son marketing: él escribe así 😅.


Kvothe es uno de esos protagonistas épicos que amas y a veces detestas al mismo tiempo, una cualidad que lo hace muy real. La historia puede ir de magos, sí, pero lo que cuenta es el poder de una voz que quiere que la escuchen.


Tad Williams – El poder de lo agridulce

Retrato de Tad Williams, autor de Añoranzas y Pesares, influencia clave en la fantasía de los 90
No es tan "rockstar" como los demás, pero Tad se ha ganado un hueco en mi corazoncito 💖

Tad Williams es uno de esos autores que llevan muchos años escribiendo, más o menos leído y reconocido por el gran público; en mi opinión no lo suficiente. Tad para mí es un maestro creando ambientes, emociones y sensaciones. Algo que puede verse en Añoranzas y Pesares, una de sus grandes sagas que leí a finales de los 90 y que me marcó bastante.


Pausado, complejo, con un excelente uso del lenguaje, creador de ambientaciones que se sienten vivas, Tad Williams es ese eslabón perdido entre la épica de los 80 y 90 y la actual. De hecho, George R. R. Martin ha dicho en alguna ocasión que los libros de Tad lo inspiraron para crear Canción de Hielo y Fuego, ahí lo dejo.


Autores que ampliaron mi visión del género

  • Terry Pratchett, más humorístico y aparentemente ligero, me enseñó que la fantasía también puede cuestionar lo real con una gran dosis de inteligencia.


  • Robin Hobb, con su fantasía humana y que no teme bucear en el dolor y en mostrarnos la vulnerabilidad de sus personajes, es totalmente recomendable.


  • Ursula K. Le Guin, por la belleza sutil de Terramar y su visión poética.


  • Margaret Weis y Tracy Hickman, por la enorme labor que han realizado por la épica e, indirectamente, también por el rol. La Dragonlance y especialmente El ciclo de la Puerta de la Muerte me marcaron profundamente como lector y son obras increíblemente adictivas.


Recomendaciones personales

Si no sabes por dónde empezar, aquí van mis sugerencias:


  • El nombre del viento – Patrick Rothfuss


  • Elantris o El Imperio Final – Brandon Sanderson


  • Aprendiz de asesino – Robin Hobb


  • El Hobbit o el Silmarillion – J.R.R. Tolkien (el segundo solo si te atreves con lo denso y lo mitológico y ya has leído otras obras suyas)


  • El ojo del mundo (La Rueda del Tiempo) – Robert Jordan (ármate de paciencia y piensa que es una carrera de fondo, no un sprint)


Y si te interesa descubrir más autores, pásate por nuestro artículo anterior sobre autores y libros grimdark.


Conclusión: la fantasía como refugio y espejo

Muchos argumentan que la fantasía épica es solo evasión y escape. Para esa gente, todo lo que no hable sobre el mundo real o la condición humana es literatura para niños o débiles mentales. Quizá esa debilidad se refiera a la suya por no dignarse en bajar de su pedestal para comprender que la fantasía, en concreto la épica, no hace más que hablar de nuestro mundo y de nuestros corazones; muy humanos aunque latan en el cuerpo de un elfo, un patryn o un sitha.


Eso no quita que también lea para escapar de un mundo que aún, muchos días, me sigue pareciendo hostil e invasivo. Pero sobre todo lo hago porque me devuelve a mí mismo. Porque me recuerda que hay cosas por las que vale la pena luchar. Porque a veces, para entender este mundo, necesito mirarlo a través de un portal situado en otro mundo que está a millones de palabras-luz del nuestro.


Mi cuervo me lo dijo una vez: las mejores historias no son las que nos hacen olvidar… sino las que nos hacen recordar quién somos.


Preguntas frecuentes sobre autores de fantasía épica

¿Quién es el mejor autor de fantasía épica?

Eh, esto no es una competición, amigo. Hay tantas respuestas como lectores, pero Tolkien, Sanderson, Rothfuss y Hobb suelen estar entre los más recomendados. Todo depende de tus gustos: ritmo más alto o pausado, estilo más barroco o directo, worldbuilding más funcional o con un papel central, etc.

¿Qué libro de fantasía épica me recomiendas si nunca he leído el género?

El nombre del viento o Elantris son buenas puertas de entrada.

¿Todos los libros de fantasía épica son sagas largas?

Lo de escribir sagas tan largas como el invierno es una convención que viene del pasado del género. En otras palabras, puedes encontrar de todo. Hay muchas novelas de fantasía épica autoconclusivas como Elantris, Tigana o El priorato del naranjo.

¿Qué diferencia a la fantasía épica de la fantasía oscura?

La épica suele enfocarse en el bien contra el mal con un tono más esperanzador y solemne. La oscura es más ambigua, psicológica y a veces nihilista.


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