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revelaciones de un cuervo

Reflexiones, locuras y fantasías de un escritor. Pensamiento, memoria y quizás también algo de sabiduría.

¿QUÉ ES LA FANTASÍA ÉPICA? DEFINICIÓN Y ELEMENTOS CLAVE

  • Foto del escritor: Rubén H. Ernand
    Rubén H. Ernand
  • 1 jun
  • 9 Min. de lectura

Actualizado: 7 jun


 grupo de héroes ante un portal mágico en un bosque de fantasía épica
Toda gran aventura empieza con una puerta… y con alguien que la mira sin saber si cruzarla o salir corriendo.

Si alguna vez te has preguntado qué es la fantasía épica, estás en el lugar adecuado. Algunos dicen que todo empieza con un viaje. O con un anillo. O con una espada clavada en una roca. Pero en realidad, hoy comienza con un cuervo. Has acertado, el Cuervo ha vuelto a visitarme (espero que en agosto me dé vacaciones o lo desplumo) alegando, en su lenguaje un tanto ominoso, que “ya estoy cansado de eso que los humanos llamáis Grimdark, así que en esta venturosa ocasión voy a hablarte de las más excelsas gestas jamás… gestadas”. Y es que cuando quiere, el Cuervo se vuelve todo un poeta. Algo me dice que la cabra tira al monte, y los cuervos a la carroña, así que este arrebato suyo por alejarse de lo oscuro no durará mucho. Mientras tanto me froto las manos porque hablar de la fantasía épica es para mí como hablar de un querido amigo que me ha acompañado en casi todas las etapas de mi vida.


Lo que es seguro es que cuando alguien pregunta "¿qué es la fantasía épica?", en algún lugar se abre un portal a mundos que van más allá de la imaginación, poblados por héroes improbables, destinos trazados por antiguas profecías y batallas que no solo deciden el curso de los reinos, sino también el de las almas y los corazones de los habitantes de dichos mundos.

Entre los muchos subgéneros de fantasía, la épica destaca por ese anhelo de algo más grande, sublime y maravilloso: de héroes que no querían serlo, de mundos que aún guardan cicatrices del pasado, de mitos que todavía toman forma y respiran y de paisajes de ensueño. La fantasía épica es ese ideal al que todos aspiramos, ese mundo lleno de sorpresas y prodigios en el que todos querríamos estar. Ah, pero que no te engañen estas palabras: la épica entiende como ningún género que las maravillas, la paz o los ideales no se ganan sin esfuerzo; para alcanzarlos es necesario merecerlos, ya sea luchando contra los peores enemigos o realizando los más grandes sacrificios.


Así es; nada es gratis, ni siquiera en Narnia. Acompáñame para descubrir más cosas sobre este género fascinante.


Definición de fantasía épica


La fantasía épica es un subgénero de la literatura fantástica que narra gestas heroicas a gran escala en mundos imaginarios, donde la magia, los mitos y la lucha entre el bien y el mal son elementos centrales. Suele incluir la figura de uno o varios héroes destinados a cumplir una misión crucial, y una estructura narrativa que suele seguir el viaje del héroe clásico.


A diferencia de otros tipos de fantasía más íntimos o contemporáneos, aquí la historia lo abarca todo: el destino de civilizaciones, la caída de imperios, el ascenso de nuevos (o viejos) poderes. En otras palabras, lo que está en juego en una novela de fantasía épica nunca es algo trivial. Igualmente, los elementos fantásticos suelen tener un lugar destacado y a menudo son apabullantes: enormes dragones, torres que rozan las nubes, hechizos que diezman ejércitos, dioses que caminan entre mortales, etc. La épica le quita el tapón dosificador al bote de la fantasía y lo sirve generosamente en su plato… y te aseguro que sabe como un manjar.


Origen e historia del género


Aunque la fantasía épica moderna se asocia inevitablemente con J. R. R. Tolkien, el género hunde sus raíces en la mitología, la epopeya clásica y la literatura medieval. Desde "La Odisea" hasta "El Cantar de los Nibelungos", muchas de estas narraciones ya presentaban elementos épicos: viajes imposibles, héroes tocados por la divinidad y batallas de escala colosal.


Con Tolkien, y especialmente con "El Señor de los Anillos" en el siglo XX, el género toma su forma moderna: mundos ricos y coherentes, razas y criaturas fantásticas, gestas heroicas, lenguas y culturas inventadas, y una lucha trascendental como núcleo narrativo. Tras él, llegaron muchos más: Le Guin, Jordan, Brooks, Sanderson… y cada uno amplió, retorció o reinterpretó la épica a su modo.


Características esenciales de la fantasía épica


Estos son los elementos más comunes de la fantasía épica, aquellos que suelen repetirse sin importar la época o el autor. Si alguna vez te has preguntado qué hace que una historia sea considerada fantasía épica, aquí tienes algunas claves.


Protagonistas heroicos y elegidos


La figura del elegido, aunque cuestionada y subvertida en obras más recientes, sigue siendo una de las más reconocibles características del género. Hablamos de héroes que parten de orígenes humildes, a menudo jóvenes, y terminan enfrentándose a fuerzas que podrían subvertir su mundo. A partir de aquí se le puede añadir toda la complejidad o variaciones que el autor desee: se puede hacer más explícita su condición de elegido (ya sea por el destino, los dioses u otro poder característico de ese mundo), se le puede hacer más torpe o hábil, más héroe o antihéroe, más decisivo o diluirlo en la coralidad de un grupo de otros personajes también llamados a la aventura junto a él (o ella, faltaría más).


mujer guerrera vikinga con espada en un mundo de fantasía
Heroína o no, yo me la pido para mi grupo de aventureros 🙋‍♂️


A pesar de las cien veces que he leído este tropo en la fantasía épica, sigue gustándome como el primer día (Nota importante: si está bien desarrollado y tiene algún aspecto novedoso, de otro modo se vuelve aburrido y predecible). Creo que quizá es porque la figura del elegido apela a esa insatisfacción que hay en nuestro interior, a esa sensación de estar aquí “para algo más” que para ir a trabajar, llevar a los niños al cole, pagar hasta por tomar el sol y hacer la colada. A todos nos gusta sentirnos como ese héroe elegido, llamado a hacer grandes cosas por el destino.


Viaje del héroe y estructura épica


Inspiradas por la estructura mitológica que definió Joseph Campbell (y refinó más tarde Christopher Vogler), la práctica totalidad de las obras de fantasía épica siguen un mismo patrón universal. Dicho patrón se remonta probablemente a las primeras civilizaciones humanas (ya la Epopeya de Gilgamesh tiene elementos del Viaje del Héroe) y tiene, de forma resumida, la siguiente estructura: llamada a la aventura, pruebas, aliados, la caída, la transformación y el regreso. Aunque no siempre de forma literal, la épica se construye alrededor de esta progresión que no deja de ser una alegoría del crecimiento personal del héroe (y con suerte de nosotros los lectores, inspirados por dicho personaje).

Este mismo esquema aparece en muchas historias donde el héroe adopta el papel de salvador: aquí te cuento cómo el mito del salvador ha influido en la literatura fantástica.


Escala narrativa y batallas míticas


dragón desatando fuego en una batalla de fantasía épica
Barcos de madera + dragón enorme enfurecido = barbacoa on the water.

Todo es grande en la fantasía épica: los conflictos, los ejércitos, el honor o la maldad de sus personajes, las consecuencias que pueden tener algunas decisiones... Suele tener un fuerte componente de luchas o batallas: es la forma de cristalizar los conflictos de la trama, de enfrentarse a ese mal que amenaza la paz del propio mundo. No es raro que una batalla cambie el curso de la historia de un continente, o que una traición determine el destino de generaciones. Si hay una buena base detrás, está bien contado y tiene coherencia interna, hay pocas cosas que resulten exageradas en la épica.


Magia y elementos sobrenaturales


La magia es uno de los pilares fundamentales de la épica. Como hemos visto, en este subgénero no se escatima a la hora de lanzar fuegos de artificio, cual Gandalf en la fiesta de cumpleaños de Bilbo. Aunque en la literatura fantástica más moderna (como vimos el mes pasado con el Grimdark),  a veces se plantea una correlación entre el realismo y la dosificación de los elementos sobrenaturales, en la épica esto no sucede, y no por ello se rompe esa suspensión de la incredulidad del lector. La clave aquí vuelve a ser que su uso sea coherente y que lo sobrenatural tenga un coste y una lógica interna.


Estos poderes sobrenaturales a veces son un don divino, otras una energía que puede ser canalizada o incluso algún tipo de tecnología incomprendida. Pero siempre representa lo desconocido, lo ancestral y lo poderoso.


Fantasía épica vs Grimdark: luces y sombras del género


Donde el Grimdark presenta mundos sin esperanza, protagonistas cínicos y moralidad turbia, la fantasía épica suele apostar por una visión más luminosa (aunque eso no quiere decir que sea ingenua). Los héroes pueden llegar a fracasar, pero su lucha siempre tiene sentido. La magia no es necesariamente un poder corruptor, también puede ser benéfica y un bien para la humanidad. Y aunque haya oscuridad, la épica siempre deja una rendija para la redención.

Comparar ambas es como observar dos caras de la misma moneda: mientras el Grimdark nos recuerda lo podrido que puede llegar a estar el mundo, la épica nos invita a imaginar, sin ponernos ningún límite, lo que podríamos llegar a ser.


Obras representativas de la fantasía épica


El Señor de los Anillos (J.R.R. Tolkien)

La piedra angular del género. Un anillo, una comunidad, un viaje y un mundo entero con lenguas, mapas, pan lembas y elfos cantarines. Es imposible entender la fantasía épica sin esta obra.


La Rueda del Tiempo (Robert Jordan)

Una saga monumental donde la magia, la reencarnación y el destino colisionan en un ciclo eterno. Jordan llevó la épica a una escala que pocos se han atrevido a imitar.


Nacidos de la Bruma (Brandon Sanderson)

Sanderson introduce un sistema mágico lógico, personajes con matices morales y giros argumentales espectaculares. La trilogía original combina el espíritu épico con un ritmo narrativo trepidante y un estilo más moderno.


Terramar (Ursula K. Le Guin)

Una visión más filosófica y poética de la épica, donde la magia está conectada con el lenguaje, la identidad y el equilibrio. Ged, el archimago, es uno de los personajes más profundos del género.


¿Por qué sigue fascinando la fantasía épica?


La fantasía épica sigue atrayendo lectores generación tras generación, y es natural preguntarse por qué. Si bien en las últimas décadas han surgido subgéneros que reflejan nuevas sensibilidades y un cierto cansancio de la fórmula tolkieniana, la popularidad de la épica no ha mermado. En mi opinión, la razón es sencilla: estas historias apelan a algo profundo en nosotros. Nos recuerdan que el bien es fundamental, que hacer lo correcto tiene un impacto, que los sacrificios pueden tener sentido y que la imaginación tiene el poder de crear universos tan fascinantes como la propia realidad.


La fantasía épica funciona como una suerte de mitología moderna: nos habla de nuestros miedos, anhelos y valores. Y lo hace con dragones, espadas, hechizos y héroes que nos inspiran, incluso cuando fracasan. Por otro lado, la épica, como el resto de la fantasía o quizá en mayor medida, nos sirve como un escape de nuestra realidad. Y es que el nuestro es un mundo que a menudo no parece tan bello, grandioso o trepidante como ese otro en el que los caballeros aún cumplen sus juramentos, los dragones anidan en los picos nevados de las montañas o un hechizo permite que un mago suicida pueda volar hasta sus nidos con la peregrina idea de robar sus huevos (spoiler: si yo sé que es muy mala idea, ¿por qué un mago que se presume inteligente no se da cuenta?)


Conclusión: el poder del mito, la esperanza y la imaginación


Quizá el mundo no necesite más espadas mágicas o profecías incumplidas… pero nosotros ciertamente sí. Porque necesitamos creer que incluso cuando todo parece perdido, aún puede surgir una chispa que prenda una nueva luz. Esa es la verdadera magia de la fantasía épica: mostrarnos que, aunque no hayamos sido elegidos por ningún poder superior, nadie nos puede arrebatar el poder de elegir.



Preguntas frecuentes sobre la fantasía épica: todo lo que debes saber

¿Qué elementos tiene la fantasía épica?

Héroes con misiones trascendentales, mundos creados desde cero, presencia de magia, conflictos entre el bien y el mal y una narrativa que suele abarcar múltiples tramas y personajes. Normalmente está ambientada en mundos inspirados en la Edad Media europea, pero esto es solo una tendencia, ni mucho menos una norma. Ah, y si el libro pesa menos de 1 kilogramo, desconfía: quizá no sea fantasía épica :D

¿Qué diferencia hay entre fantasía épica y fantasía oscura?

La fantasía épica tiende a ser esperanzadora y estructurada alrededor de valores heroicos. La oscura, en cambio, es más introspectiva, con ambientes opresivos y dilemas éticos bastante más turbios.

¿Y entre fantasía épica y fantasía heroica?

Aquí la diferencia está básicamente en la escala. En la épica todo es XXL mientras que la heroica es más aventurera, centrada únicamente en uno o dos personajes y se aleja de esa grandiosidad, para limitarse a gestas más pequeñas.

¿Qué autores escriben fantasía épica?

J. R. R. Tolkien, Robert Jordan, Brandon Sanderson, Ursula K. Le Guin, Patrick Rothfuss, Tad Williams, Margaret Weis, Tracy Hickman, Robin Hobb, entre muchos otros. Qué demonios, hasta yo escribo fantasía épica :D

¿Qué papel juega la magia?

La magia simboliza lo desconocido, lo posible más allá de lo racional. Es una herramienta narrativa para explorar conflictos internos y externos, y da forma al mundo y sus reglas.


2 Comments


Sergio Durango
Sergio Durango
Jun 04

Qué viva ese cuervo que te susurra para que escribas estas increíbles entradas de blog!!🥳. Coincido en lo que planteas en lo referente a esa llamada que sentimos los lectores al toparnos con un libro de este género. La épica es algo que nos remueve y nos hace agarrar perolos como cascos y esgrimir espátulas como espadas. Y el viaje del héroe... en mayor o menor medida, creo que todos nos hemos sentido identificados con alguno de los tantos y tan buenos héroes que nos deja este género. El grimdark mola? Efectivamente. Pero algo de luz nunca viene mal

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Rubén H. Ernand
Rubén H. Ernand
Jun 05
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El Cuervo es un poco "especial", pero no se puede negar que es muy sabio. Como bien dices, el grimdark es genial, pero también lo es hablar de las virtudes y las luces de los personajes: la vida es eso, claroscuros.

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